Arte.

 

Pintura y estatuaria

Famosos pintores suizos del siglo XIX y comienzos del XX fueron Albert Anker, Arnold Boecklin y Ferdinand Hodler. Unas de las figuras más importantes del arte en el siglo XX, fueron el tesinés Alberto Giacometti (1901-1966), conocido por sus esculturas y sus alargadas estatuas con formas humanas, y el pintor alemán Paul Klee (1879-1940), que vivió casi toda su vida en Berna.

Suiza puede enorgullecerse además por ser la patria del escultor Jean Tinguely (1925-1991) que creó numerosas y espantosas instalaciones metálicas, y cuya filosofía economizadora dio un sentido práctico incluso a chatarra presumiblemente inútil.

Otro escultor suizo y amigo de por vida del ya fallecido Tinguely es Bernhard Luginbühl (*1929) que también utilizó quincalla usada para fabricar sus figuras esbeltas.

En los años 1950, el diseñador y arquitecto Max Bill (1908-1994), un discípulo de la Escuela de Ulm (Baden-Wurtemberg), desarrolló y popularizó un nuevo método de creación, el estilo Konkrete Kunst o «arte concreto» (como estilo opuesto al arte «abstracto»), al que también se le atribuyen los apelativos «constructivista», «estructural» o «concretista».

Este nuevo estilo surgió del movimiento abstracto-geométrico del Bauhaus y del Still. Sus criterios técnicos son el uso moderado de materiales, la funcionalidad y una estética sencilla. En palabras de Bill, el arte concreto es «la expresión pura de medidas y proporciones armoniosas».

No es de sorprender que un estilo, como el del Arte Concreto, se haya desarrollado en un país en el que se aprecia tanto el orden y la utilidad pública.

Por otra parte, Zúrich fue la patria del movimiento dadaísta que fue precursor del surrealismo y que surgió del disgusto y de la desilusión producida por la Primera Guerra Mundial. Uno de sus representantes más destacados en Zúrich fue Hans Arp. Algunas de sus obras se pueden ver en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York.

Arte Concreto es un término acuñado durante el periodo de entreguerras para designar una tendencia de la abstracción que reivindica la objetividad y la autonomía de su lenguaje plástico y su capacidad para crear una realidad nueva, fuera de toda referencia o evocación de la realidad del mundo exterior.